El coordinador en la iglesia está terminando la primera parte del servicio, luego de haber presentado oraciones, ruegos, alabanzas, una que otra oportunidad a la congregación para agradecer a Dios públicamente, sus últimas palabras, llenas de ansiedad son para presentar al predicador invitado para este servicio.

 

El predicador es un ministro que lleva muchos años en el pastorado, prominente orador y reconocido en todas las congregaciones donde asiste… con un tono ceremonial se dice de él: "y dejamos con ustedes al "SIERVO” de Dios”. (Siempre que doy este ejemplo hago una reverencia "hacia el cielo” y luego explico que la reverencia cuando decimos "siervo de Dios” debiera ser al suelo encontraste con una hacia el cielo)

 

Esto ha pasado muchas veces en muchas congregaciones donde me han presentado, no sólo a mí, sino que a muchos ministros del Señor. El problema no es la presentación, el problema es que el "aire” con que se pronuncia la palabra "siervo” parece decir otra cosa totalmente distinta… y muchos entienden algo distinto.

 

Los ministros de Dios efectivamente somos "siervos de DIOS” y no "SIEEEERRRVVVVOOOSS de dios”. No se si me entiende, pero el énfasis es en Dios, y no en el siervo.
¡¡¡No entendemos muchas veces que la gloria y honra por lo que somos se la debemos a Dios y que somos simples esclavos de Jesucristo!!! "Porque el que era esclavo cuando el Señor lo llamó es un liberto del Señor; del mismo modo, el que era libre cuando fue llamado es un esclavo de Cristo. (1Co 7:22 BAD)”

 

El siervo de Dios es un hombre llamado por Dios para servir y no para ser servido, para trabajar por la obra de Dios y puesto a favor de la Iglesia. Heb 5:1 Porque todo sumo sacerdote tomado de entre los hombres es constituido a favor de los hombres en lo que a Dios se refiere, para que presente ofrendas y sacrificios por los pecados; Heb 1:14 ¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación?
Al igual que los ministros del Antiguo Pacto como los mismos "Espíritus Ministradores” los siervos actuales están puestos "a favor” de los herederos, es decir, de la Iglesia y no viceversa. El plan de Dios no ha cambiado respecto a esto, los ministros de Dios deben considerarse primeramente servidores del Pueblo de Dios, porque precisamente es el servicio lo que describe en su más amplio concepto la palabra "ministro”.

 

DEFINICION DE MINISTRO La palabra hebrea que se utiliza en el Antiguo Pacto para "ministro” generalmente se deriva de una forma del verbo shârath, "servir".
Este término se aplica a:

 

1. Los servidores de una corte real, como en el caso de los que atendían a Salomón (1Reyes 10:5; "los que le servían", RVR).

 

 

2. Quienes ayudaban a una persona de alto rango, sentido en que Josué servía a Moisés (Jos 1:1).

 

3. Los sacerdotes y levitas, que eran "ministros de Jehová" al atender sus tareas en el santuario y el templo (Eze 44:11; Jl. 1:9, 13.).

 

4. Los ángeles (Salm 103:21; 104:4).

 

En el nuevo testamento, existen varias palabras para el término ministro

 

 

1. Gr. hup'rét's, literalmente "el que rema debajo" (de hupó ["debajo"] más eretes ["remero de una galera"]) y, por extensión, "un ayudante" o "subordinado" que actúa voluntariamente bajo la dirección de otro (como en el caso del ministro de la sinagoga de Nazaret, que llevó a Jesús el rollo del profeta Isaías para la lectura de los profetas Luc. 4:20, y Juan Marcos, que ministraba (era "ayudante") a Pablo y Bernabé durante su primer viaje misionero (Hechos 13:5).

 

2. Gr. leitourgós, "quien cumple un cargo público", "servidor público". El término se usa principalmente con una connotación religiosa, como en el caso de: a) Cristo como "ministro del santuario" celestial (Heb 8:2). b) El apóstol Pablo como evangelista a los gentiles (Rom 15:16). c) Funcionarios de gobierno que, aunque no actúen conscientemente como representantes de Dios, realizan ciertas funciones ordenadas por Dios, de modo que se los llama "servidores de Dios".

 

3. Gr. diákonos, "siervo", no como una posición en la sociedad, sino como una actividad, "un ayudante", "un servidor"; como Timoteo (1Tes 3:2), Pablo y Apolos (1Co 3:5) y Tíquico (Eph 6:21), como ministros del evangelio. Diákonos también se usa para los diáconos de la iglesia, pero ésta es la palabra que se emplea en esos casos (Phi 1:1; 1 Tim 3:8, 12). En general, hup'rét's se refiere a un ministro en relación con su superior, leitourgós en relación con sus responsabilidades públicas, y diákonos en relación con su trabajo. Los 3 términos se emplean para los ministros del evangelio.

 

4. Gr. dunást's (Hech 8:27, "funcionario", RVR), un oficial de la corte. Cada uno de estos términos tienen relación con el servicio, ya sea en relación con otros ministros, con la Iglesia o con la labor que esté desempeñando ¡¡¡usted es un siervo de Dios y de su Iglesia!!!

 

EL MINISTRO DE LOS MINISTROS

 

No hay hechos y palabras que pueden describir de mejor forma lo que un ministro de Dios es que la vida y el ejemplo del Ministro de los ministros, Jesús el Siervo de Dios. "como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos. "(Mat 20:28 RV60)

 

La máxima de vida de Jesús fue el servicio, el vino a servir, vino a dar. Si pone atención son dos palabras las que describen todo lo que Jesucristo hizo "servir” y "dar”, estamos muy poco acostumbrados a servir y a dar, velamos por que nos sirvan y nos den, es muy de nosotros los humanos el querer recibir, que desear ser honrados, el anhelar que nos den atención, pero en Cristo Jesús, nuestros valores son transformados totalmente.

 

Entonces Jesús, llamándolos, dijo: Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad. Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo; (Mat 20:25-27 RV60)

 

A diferencia del mundo, en la Iglesia de Dios, un ministro no usa su autoridad para que le sirvan y le obedezcan, mucho menos para "enseñorearse” del pueblo de Dios, sino que está puesto para el constante servicio de los demás.

 

Creo que muchos nos llevaremos una gran sorpresa cuando estemos frente al Señor para ser galardonados, veremos como muchos que ocuparon lugares prominentes en la congregación serán desplazados por los "verdaderamente grandes en el reino de Dios”, los que tomaron la escoba y barrieron después del culto, los que se empeñaron para que los hermanos estuvieran lo más cómodos en la iglesia local, los que con sus ofrendas sirvieron en el reino de Dios, son los que en el día del pago recibirán los más grandes reconocimientos de parte del Gran Juez que mira más allá de lo que ven los hombres.

 

1Sa 16:7 Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón. Heb 4:13 Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.

 

Llegará el momento en que todo su servicio será recompensado, tal vez hoy nadie esté viendo lo que usted hace tras bambalinas, pero hay uno que no olvidará la labor que, con sinceridad y desinterés usted hace por los hijos de Dios.

 

LA IMPORTANCIA DE LOS SIERVOS DE DIOS

 

¿Son importantes los verdaderos siervos de Dios? ¿Aquellos que trabajan "no por lo que perece”?. Esta pregunta merece ser respondida, y no encuentro mejor ejemplo que pueda describir la respuesta precisamente que el ejemplo de los cimientos de una casa.

 

La Iglesia de Dios es representada como una casa: 1Pe 2:5 vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo. 1Pe 4:17 Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios; y si primero comienza por nosotros, ¿cuál será el fin de aquellos que no obedecen al evangelio de Dios? Heb 3:6 pero Cristo como hijo sobre su casa, la cual casa somos nosotros, si retenemos firme hasta el fin la confianza y el gloriarnos en la esperanza. 1Ti 3:15 para que si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad.

 

Cuando una visita va por primera vez a mi casa y la mira, no dice "Hermano Jorge, pero que bonito cimientos tiene usted en su casa”.

 

Esa afirmación puede ser extremadamente rara de cualquiera de mis visitas, de hecho, ellos miran las paredes, el living, el televisor, etc. Pero, nadie se percata de cuan firme son los cimientos de mi casa. Nadie se preocupará de escarbar y revisar su grueso y ancho, lo estable y la calidad de la mezcla que se utilizó, pero déjeme decirle algo, toda la casa se caería si los cimientos no estuvieran allí, invisibles, imperceptibles, silenciosos pero lo más importante de esa casa, y en donde descansa toda la estructura.

 

"Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos; atesorando para sí buen fundamento para lo por venir, que echen mano de la vida eterna. (1Ti 6:18-19 RV60)” Es necesario realizar la obra de Dios bajo el fundamento de Apóstoles y Profetas, cuya piedra principal es Jesucristo mismo. Su ejemplo, su obra deben ser nuestro ejemplo y nuestra obra. Las promesas dadas al SIERVO DE DIOS, pueden ser aplicadas a los siervos de Dios en la actualidad

 

"Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho…. Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su …” (Isa 53:11-12 RV60) Cuando usted haya completado tal vez con dolor, tal vez con sufrimiento, tal vez con angustias e incomprensiones, la obra del Señor, el mismo Señor de la obra le hará "quedar satisfecho”, y sus promesas será estar sentado con "los grandes”, aquellos que sirvieron en todos los tiempos estarán allí. Abraham le contará como siendo el de la promesa, no le importó dejar a Lot que se fuera al lugar más fértil, él tenía la promesa.

 

David le dirá como es que el reino de Israel fue suyo porque aprendió primero en el anonimato el cuidado de las ovejas. Pablo le dirá porque eligió este nombre para su ministerio y no el de Saulo (Pablo significa "pequeño”).

 

"Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí. Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber? ¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos? ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti? Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.” (Mat 25:34-40 RV60)

 

Déjeme terminar con dos palabras antes de seguir con la descripción de los ministerios: "Siervo: ¡¡¡Sirva!!!”.